sábado, 15 de marzo de 2008

V'ertigo en las Blue Montains

Ayer descansamos de playa y nos aventuramos por el interior de la islilla esta… Madrugamos, nos pusimos al volante de nuestro flamante coche alquilado y nos lanzamos a la aventura de atravesar Sydney de cabo a rabo (puente sobre la bahía incluido) para dirigirnos a las Blue Mountains.
¡¡En qué hora!!
¿Veis los atascos de la M30 en hora punta? Pues palidecen al lado de los atasquitos de por aquí… eso sin contar que el volante está a la derecha, los carriles son más estrechos y circulan camiones de gran tonelaje que muestran pocos miramientos con los pelotillas de alquiler.
De verdad que es una experiencia espeluznante eso de pelearte por el estrecho espacio con un camionero loco mientras cambias con la izquierda, pones el limpiaparabrisas pensando que es el intermitente y no encuentras dónde mirar por los espejos porque no están en su sitio!!
En fin, dos horas largas tardamos en recorrer los 100 km. que nos separaban de las montañas azules. Cuando llegamos tuvimos que hacer estiramientos por el agarrotamiento sufrido de los nervios…yo sobre todo, porque Susana se iba pá la izquierda del carril y yo veía pasar las farolas a milímetros de mi oreja, ¡menudos bordillazos, guapa!
Pero lo del vértigo no iba por esto, no, lo del vértigo vino luego, no anticipemos acontecimientos…
El caso es que cuando llegas a las BM (Blue Mountains para los amigos) no se ven ni montañas ni nada, mucho misterio… eso sí, muchas casitas monas y pueblecillos para tomar el té, hermosos espacios verdes y bosques de eucaliptos. Pero cuando por fin llegas a uno de los muchos miradores se te abre la boca al ver el abrupto precipicio de unos 200 metros de desnivel que se abre sobre un océano de árboles interminable… kilómetros y kilómetros de bosque verde azulado se extiendes hasta donde alcanza la vista. Muy bonito.
Después de unas cuantas caminatas precipicio arriba precipicio abajo era hora de (más) emociones fuertes: el skyway nos esperaba!!! –ver fotos-
Por supuesto hicimos el recorrido completo: primero montamos en un trenecillo quasivertical, heredero modernizado de las vagonetas de extracción de mineral de la mina que allí hubo hasta hace pocas décadas- Cuando te sientas en las “vagonetas” te preguntas por qué habrán hecho los asientos tan tumbados que te hacen mirar para arriba… en cuanto el cacharro se pone en marcha te preguntas por qué no te habrá dotado la naturaleza con garras en lugar de uñas para agarrarte mejor!!!!! Pero si parece un ascensor en lugar de un tren!!!!!!!!!!
Después del susto paseamos por dentro de un bosque tropical patrimonio de la humanidad, no te dejan ni pisarlo, así que vas por unas pasarelas elevadas. Tampoco se puede fumar, ni comer, ni beber, ni otras cositas… ya sabéis.
Después del paseito tropical tomamos una cabina aérea que nos devolvió a la luz de lo alto del precipicio y …chan chan chan… nos embarcamos en el skyway… un teleférico que cruza de lado a lado de los cortados por encima de una cascada de más de 200 metros de caída ¡¡¡con el suelo de cristal!! ¡¡Menudo vértigo!! Pero muy impresionante, la verdad.
Cansadas de tanta emoción nos volvimos a Sydney en el bólido… esta vez tardamos 3 horas y media. ¿Los atascos de Navacerrada al cerrar la estación de esquí? Tibios al lado del atasco de las BM… Encima a Susa se le ocurrió “pasar a ver unas tiendas” por el centro mismo de la ciudad, sí, claro y qué más!!!! (mirad en la foto cómo quedé después de las 3 horas y media asomándome a la ventanilla…)
2008-03-14 Blue Mountains

1 comentario:

Anónimo dijo...

lo más cerca que he estado de un suelo de cristal sobre un precipicio ha sido en el hotel puerta de america (madrid) en la última planta.Besos.