lunes, 26 de mayo de 2008

De mis cuitas con la carne y el queso...

Creo que ya hemos llorado amargamente en este blog con respecto al sabor del cordero neozelandés y la forma de cocinarlo. Highly disapponting para cualquier castellano, bueno, en realidad para cualquiera que alguna vez haya probado un corderito asado en España.
También creo que hemos hecho alusión a nuestra decepción por la escasez y poca variedad de pescado en los menús kiwis. No sólo es difícil encontrar una pescadería en una ciudad (no digo ya en un pueblo, donde son inexistentes) sino que en los restaurantes no conocen el concepto "pescado a la plancha", sólo el diametralmente opuesto de "pescado empanado".

Pues lamentablemente tenemos que anunciar, no sin gran aflicción, desde luego, que por más oportunidades que le damos a la carne de ternera no hay forma de encontrarle el sabor. Y mira que lo hemos intentado veces, pero no hay manera. Primero que si la carne del supermercado no es buena... ya, pero la de la carnicería tampoco (y os garantizo que hemos comprado de las piezas más cotizadas). Y en los restaurantes tampoco hay forma, aunque tiemble la tarjeta de crédito con el plato más caro del menú. Tierna sí, eso hay que concedérselo, muy tierna. Pero el sabor....¡¡ay!! cómo echamos de menos esos filetitos con patatas del restaurante La Terraza en San Martín de Castañeda.
¡¡¡Terneras de Avila, chotos de Galicia, vacas de Sanabria... temblad cuando lleguemos!!!



Y no es por ser cafre (aunque la verdad, después del insípido filete que hemos comido hoy ya me he cabreado, porque oye, te molestas en ir a la carnicería, elegir una buena pieza, cocinarla con amor, su aceite de oliva virgen y sus ajitos y que luego te salga rana... a nadie le hace gracia ¿no?) pero tenemos que añadir a la lista de los desencantos gastronómicos el del queso.
Y digo yo... ¿¿¿¿¿¿tanta oveja qué?????? Pero por favor, ¿a nadie se le ha ocurrido experimentar un poquito con la leche de las ovejas? que también ellas saben dar leche!!
¡Ay! si García Baquero retorciera la cabeza y mirara para las antípodas...

En fin, a estas alturas ya nos hemos resignado al queso tipo sándwich que venden en ladrillos de 1/4, 1/2 y 3/4 de Kg. bueno, más bien me he resignado yo, porque Susana se ha negado en redondo a cometer aberraciones queseras. Es que es zamorana, qué le vamos a hacer y ahí con el queso no se juega.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahora ya entiendo porque hay tanto vegetariano por ahi......esas costillitas con patatas (aunque sean de cerdo)
Un besito,
Pilar

Elisa dijo...

JAJAJAJJA
Pilar, tú sí que sabes!!
Dice Susana que tienes que ir a Zamora con ella a comeros unas costillitas en una bodega que ella conoce.
¡Yo también me apunto!
Besos

Anónimo dijo...

Cuando vayais a Zamora mi marido y yo tambien nos apuntamos.Aunque Madrid, pa comer bien en un restaurante, tambien vale.
Un abrazo, susana.

Anónimo dijo...

Susana, tienes razón, el queso es un asunto muy serio. Quién se va a tragar que esos ladrillos industriales insípidos son 'queso'? Por favor!!!!

Anónimo dijo...

Y digo yo: pues venid pa Espana
(David)

Anónimo dijo...

Hecho!!!! os tomo la palabra, UhM!!!!en una bodega!!!con vinito...Uf!!! se me está haciendo la boca agua!!!!
Un beso para las dos.
Pilar

Susana dijo...

Prometido, estáis invitados a una cena auténtica y rural en el, también auténtico y rural pueblo zamorano, "El Perdigón", famoso, además de por lo ricas que están sus costillas, por no poner cubiertos...

Susana dijo...

David, que no. Oye, pero qué ganas tienes de que vaya a llenarte el frigorífico...
Mira, mañana mismo volamos a Melbourne, por cierto, tenemos que escribir a tu amiga.